Creo que Nina es una de las gatas más conocidas que ha pasado por Kan Chispis. O por lo menos una de las más queridas.
Pasó por la calle y por varias casas de acogida y en marzo de 2012 fue cuando llegó a casa, aquí podéis verlo:
http://kanchispis.blogspot.com.es/2012/03/unos-ojos-llenos-de-vida.html
En dos días aquella gata despeluchada se fue poniendo preciosa, y empalagosa, muyyyyyyyyyyyy empalagosa! Subía a tus piernas y sobre ellas hacía croquetas, era un algodoncito blanco encantador. Encantador con los humanos, porque con el resto de animales había que atarla, ¡¡menudo carácter!! :-D
Nina fue adoptada en marzo por Patricia:
http://kanchispis.blogspot.com.es/2012/08/hay-que-creer.html
¡Vivir con Patricia fue el colmo! Ahí se sintió la reina mejor tratada y cuidada del mundo! Allí decidió que ella controlaría el mundo siendo los primeros los dos perros Tupi y a Yara en dos días cagaitos de miedo con una gata que pesaba 30 kilos menos que ellos! Y los segundos, los humanos. Me acuerdo como un día me llevó 'hablando' hasta su peine, le dio con el morrito y se fue corriendo a la cama para que la cepillase! Todos a sus pies!
¡Nina era la puta reina!
Se nos ha ido en dos días y disfrutando de su vida hasta casi el final. Porque Nina, aunque enferma, disfrutaba de la vida a cada momento, era tan feliz y le gustaba tanto vivir que jamás nadie habría pensado lo mal que estaba.
Echaremos de menos tus saltitos por casa y tu maullido extraño para decirnos qué querías a cada paso que dabas.
Has estado sonriendo y dando cariño todos los días desde que te conocemos, no podremos tener ni un mal recuerdo; a cada momento hablaremos de ti con una sonrisa en los labios.
Nos has hecho reír con tus croquetas y con tus tonterías, y contigo hemos aprendido a que a pesar de estar mal se puede disfrutar de la vida, del sol, de las caricias...
Nina, alguien muy especial te estará esperando en vuestro cielo...
Ha sido un ejemplo de bondad y de cariño. Pasarle su peine por el lomo era la mejor terapia contra las malas energías. Corría hacia él para pedir su dosis de peluquería diaria, como la señora de la casa que era y su ronroneo agradecido dibujaba una sonrisa en el rostro más apagado.
ResponderEliminarHa sido una amiga leal, una fiel compañera. Hoy la casa parece más grande sin ella; también lo parecen nuestros corazones, más limpios, más puros gracias al amor que nos inoculó la brillante luz de sus ojos…
Lo siento mucho...
ResponderEliminarPero debo daros las gracias, a todos los que la habéis cuidado, por haberle dado la oportunidad que nadie más le quiso dar de demostrar cuánto amor encerraba en su cuerpecillo.
Un día triste, sin duda...