lunes, 4 de junio de 2012

Esa raza odiada...

Con el montón de días que hace que no escribo y lo voy a hacer para, una vez más, cagarme en la raza humana.
Hace unas semanas conocí a Koku, la abandonaron en El Jardinet dels Gats. La conocí de casualidad pero me acuerdo cuando la cogí en brazos... Era una gata en los huesillos a la que sus melenas de colores no te dejaban ver su pequeño cuerpo, pero al cogerla lo notabas. Pero también notabas una gata que era kilos y kilos de cariño, de eso le sobraba. Era sorprendente en la situación que estaba y lo cariñosa que era.

Hoy Koku ha muerto, pero ha muerto rodeada de tanto cariño como ella merecía.

Pero no quiero dejar pasar esa oportunidad de la que hablaba al principio. De cagarme en los humanos. En ellos, en su puta mierda de vida.
Que espero encontrarme algún día a algún mierda abandonando a un animal. Espero pillarle de golpe. Le voy a estar machacando la cabeza contra la pared hasta que le cambie la cara de sitio y se la ponga en la colleja!

Os hablé de Nina hace unas semanas y pienso en ella cuando me entero de gentuza que ha abandonado a un perro, gato, conejo... Lo que sea. Muchas veces los abandonan porque están enfermos; cuando de casualidad los humanos los llevan al veterinario y les dicen que están enfermos inmediatamente lo que se viene a la cabeza son dos preguntas:
"¿Esto cuánto me va a costar?"
"¿Cuánto cuesta eutanasiarlo?"
Y muchas de esas situaciones llevan al abandono del animal. Es gratis y ya se comerá algún gilipollas el marrón.
Nina está enferma, o eso dicen los análisis. Porque Nina es una campeona que sólo tiene ganas de dar besos y de jugar.
A Nina, como a tantos otros animales, nadie la quiere por eso. O a otros no los quieren porque les falta un ojo, o yo qué sé qué ostias!
Y aunque Nina está aquí de acogida es una Chispilla más, y yo sería incapaz de abandonarla si empeora, no se me pasa por la cabeza!! Y sé que si alguien, milagrosamente, la adopta, sé de alguien aquí que va a moquear cosa mala (aún alegrándome mucho, que conste)

Así que, no lo entiendo. No me entra en la cabeza en qué piensa la gente cuando abandonan a un animal, y mucho menos cuando está enfermo, que lo único que necesita en muchas ocasiones es cariño...
Vomitaría sobre toda esta gente.

En fin... Gente mierda: que espero que todo este mal que hacéis os vuelva en vuestras últimas horas de vida.
Y a esa gente que cada día lucha por los peludos... Pues... ¡¡que con dos cojones p'alante!! ;-)

2 comentarios:

  1. A mi tampoco me entra en la cabeza que esta gentuza se pueda deshacer, así sin más, del que ha sido su compañero más fiel durante años... que dejen en la calle, o donde sea, al mejor amigo que tendrán en la vida.

    No les deben haber mirado nunca a los ojos, porque si lo haces, si miras a sus ojillos, ves que sólo tienen bondad y lealtad hacia ti. Que no te piden nada, pero te lo dan todo.

    El abandono sólo puede ser cosa de desalmados.

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  2. “Cuando un hombre te hace la vida imposible, matarlo es un acto de defensa propia”, decía el poeta esquizofrénico Leopoldo María Panero. Los humanos, frecuentemente, actuamos en base a la pregunta del millón: ¿para qué sirve… (póngase aquí un gato, un toro, un bosque, incluso otro humano).y , en base a ese razonamiento, destruimos egoístamente todo aquello que se nos antoja desde ese ego absoluto que somos todos y cada uno de nosotros. Sin embargo, cuando conozco estos casos, cuando contemplo, horrorizado, la salvaje agonía del pobre toro “Letrado” hace varios días en la plaza de torturas de Las Ventas, a mí también me asalta la pregunta en cuestión: ¿para qué sirven tantos hijos de puta?. Y, casi sin quererlo, me contesto a mi mismo: “sólo sirven para hacerte la vida imposible”. Y me muerdo los labios mascullando para mí la frase del poeta esquizofrénico pensando que si los tuviera delante, tendría que actuar en defensa propia y que, desde la lucidez de su esquizofrenia, Leopoldo María Panero tiene la respuesta que tanto ando buscando.

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