domingo, 15 de agosto de 2010

Hasta pronto, Princesa...

Dicen que cuando ves una estrella fugaz, si pides un deseo, éste se cumple. Hace varios días, contemplando el paso de las lágrimas de San Lorenzo y ya con Momo enfermita, viendo una de esas estrellas, imploramos que le devolviera la salud, que sólo tenía tres meses y que era injusto el sufrimiento que ya padecía; pues bien, hoy la realidad se ha encargado de hacer añicos cualquier sueño en forma de puñetazo en el alma. Momo ha muerto. Se nos ha ido como el agua que tratas de contener entre tus manos: poco a poco, pero inexorablemente, consumida por una enfermedad a la que ni siquiera han sabido encontrarle un nombre, ¡qué ironía!; Momo fue la última de nuestros tres pequeños en tener nombre, ya que ninguno encajaba con su porte de señorita y, durante algún tiempo fue "la peluda". Sus largos bigotes y cejas desafiaban a la gravedad y verlos a trasluz asemejaba un paisaje submarino, donde las plantas se balancean mecidas por un viento invisible, en una coreografía ignota, que te embelesaba...Es duro intentar alejar a aquellos que quieres de los peligros del mundo, construir para ellos un pequeño paraíso, para descubrir, como de un bofetón inesperado, que el destino es un sátiro burlón que se divierte jugando con nosotros y que la vida es una sucesión de dolores y nimias alegrías, como si una mano invisible te fuese clavando alfileres en el corazón hasta el último, con el que te da la puntilla . Momo ha muerto y, al mismo tiempo que ella cruzaba el puente del arco iris para ir a jugar con sus primitos Furby, Peluchito, Piponcita, Taraillo y tantos y tantos otros en el paraíso de los gatos, nosotros hemos perdido la inocencia, esa inocencia que nos hacía creer que la cola de una estrella fugaz traía consigo la felicidad.


Descansa en paz, Momo. Tu espíritu ya habita en nuestro corazón.


5 comentarios:

  1. No es justo.
    No es justo recibir un mensaje, casi a media noche, en el que te cuentan que la pequeña Momo se ha ido. No lo es haber podido disfrutar de ella, y que ella disfrutase del mundo, para que ahora nos la arrebaten. Tenía mucha vida por delante, muchos momentos aún por llegar, junto a sus hermanos, a la gente que la queríamos, y que ya no la veremos crecer.
    Lo siento, lo siento en el alma por ella, por los otros pequeños, por su madre, por los dos cuidadores que os habéis desvivido por ella hasta el último instante... lo siento por los que no han llegado a conocerla, y aún más por los que sí lo hicimos.
    No es justo levantarme hoy a las seis de la mañana, bajar con Jimmy a la calle, y ver que en el cielo brilla una estrella más.
    Hasta siempre, pequeña. Sé feliz, allí donde estés.

    ResponderEliminar
  2. Antes de mirar el blog te he enviado un mensaje preguntando por las ositas, de ninguna manera podía pensar que había pasado esto, aún me cuesta creerlo, no sé qué decir que se acerque a lo que siento ahora. Pena se queda corto. Cortísimo. Hasta siempre bonita, Chinchetillo cuidará de tí a partir de ahora.

    ResponderEliminar
  3. Acabo de leer el mensaje, estoy sentada en la mesa del trabajo llorando como una tonta, adios Momo, se feliz en el único cielo en el que creo, que es el cielo de los animalitos, busca a una perrita llamada Nina, es muy simpática y cariñosa, ella junto con tantos otros cuidará de ti.

    ResponderEliminar
  4. Qué pena... yo tenía tantas ganas de que se pusiera bien... Teníamos planes para ella, la verdad.
    Estoy muy triste, pero no debemos olvidarnos de una cosa: Los Niños de Mamá tienen una vida estupenda gracias a mi mejor amiga, Montse.
    En momentos como éste, parece que se pierden las esperanzas, la fe, la inocencia... Pero éstas renacerán pronto al contemplar a los otros gatitos jugar, saltar y dormir acurrucados. Renacerán las esperanzas, porque no es posible seguir adelante con tamaña labor sin ellas. Los Niños de Mamá se merecen que nos volvamos a sentir como siempre.
    Un beso muy grande a mi amiga.
    Ojalá compartiendo tu dolor pudiera quitártelo un poquito.

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias a todos, seguro que Momo estará ahora muy contenta de saber que habíamos muchos animándola y esperando que volviera a casa.
    Gracias a Willy por sus ánimos y sus latitas de carne (también a Mel, Zori y Nana, claro :-) )

    A Robocop por donarle su sangre, que sirvió para que al menos tuviéramos unas horas más junto a ella en la clínica (sin olvidarnos también de la gente de Bremen por su paciencia al tenernos allí a cada rato)

    Gracias a su madrina por estar esperándola desde el primer día en casa para que Momo se recuperase allí con Boxi y Roxu.

    Y todos los amigos que también le mandaron ánimos y se ofrecieron para acogerla en sus casas.

    Mil gracias a todos, es bueno saber que hay gente que se preocupa y que nos quiere ayudar.

    ¡¡Un abrazo de parte de todos!!

    ResponderEliminar