sábado, 30 de marzo de 2013

Como un jarro de agua fría...

Con el permiso de El Jardinet dels Gats quiero volver a hablar de White.

Llegó a casa en navidad, y fue directo a vivir con Coco, se enamoraron desde el primer segundo en que se vieron.
Tomaban el sol juntos, jugaban, dormían pegadísimos. Y White, a pesar de no confiar mucho en los humanos, empezaba a acercarse a mirar qué comía yo, o a oler mis pies cuando creía que yo no lo veía.
A White le encantaba ponerse al sol y dormir hasta que Coco lo tiraba al suelo.

Nunca entendimos por qué nadie adoptaba a ese gato precioso, blanco, joven... ¿Quizá sería porque no era un gato hiper cariñoso con los humanos desde el primer momento? Seguramente, no lo sé... Pero daba pena, y rabia.

White ha pasado por varias casas de acogida y aquí estuvo hasta que Coco fue adoptado; fue entonces cuando no dejó de llorar al no estar su amigo con él y como un milagro apareció una nueva casa de acogida con un gato que podría ser el nuevo compañero de White. Así que decidimos llevarlo con ellos y así no lo pasaría tan mal viéndose solo.
White volvió a jugar y a ser feliz.

Nunca se dejó conocer ni mimar demasiado, pero ha sido tan especial...

Pero hoy se nos ha ido. Sin sentido, sin que podamos entender una mierda... Tal como si nos hubiesen echado un jarro de agua fría encima, así nos hemos quedado.
Sin poder hablar más de lo que ha pasado... Sólo me queda cagarme en la vida de quien abandonó a White y desearle lo peor del mundo.

Pomposillo,.. No te vamos a olvidar nunca...




1 comentario:

  1. Buffff, estas cosas son tan incomprensibles... lo siento, White, en el cielo encontrarás otros amiguitos, un beso y ánimo !

    ResponderEliminar