Lo miraba y sonreía de verle tan bien, tan feliz y sanote.
Rocky se ha recuperado de la herida que el collar le dejó y aunque no se fía mucho del resto de humanos poco a poco va intentando conocer gente nueva. ya no se asusta cuando el aire del campo le da en la cara y ya tiene la poca vergüenza de meterse en el cubo del pienso antes de que se le ponga en su comedero!
Hace intentos de croquetas en el suelo, ya da golpes con las manos para jugar.
El tío está feliz!!
Anoche cuando lo miraba empecé a pensar en quién pudo ser Rocky hace un tiempo. Y me daba pena pensar en que nunca lo sabremos. Seguro que tuvo una familia, y quizá lo buscan todavía. Rocky lo ha pasado fatal, salta a la vista. Pero no tuvo por qué tener una familia mala.
Mucha gente les pone collar a los gatos por estética, porque les hace gracia ponerle un collar con dibujitos, o porque si viven en una casa y pasea por la zona la gente sabrá que ese gato tiene familia... ¡Yo qué sé! Nadie sabe el mal que hacen según qué cosas hasta que vives casos como el de Rocky.
Un día el gato se escapa y quizá te das cuenta de la cagada de ponerle collar. Deduces que el gato habrá ido creciendo y el collar no. Y quizá esa gente se haya arrepentido de habérselo puesto.
O quizá eran unos mierdas que un día decidieron abandonarlo a su suerte porque les molestaba. Y nunca habrán caído en que ponerle ese collar sería una tortura para él.
No lo sé. Sólo siento pena por él. Por lo que habrá pasado.
Pero Rocky está contento y recuperado. Eso es lo único que tiene que contar a partir de ahora. Y el día que alguien lo adopte se llevará un gato bueniiiiiiiiiiiiiiisimo a casa! (Advierto que este será de ir todo el día haciendo mimos mientras andas, duermes o ves la tele en el sofá!)
